martes, 18 de noviembre de 2008

Ratas heroicas



Hay gente que se horroriza si ve una rata, pero Bart Weetjens sonríe. Este diseñador de productos belga concibió un modo para que estos roedores, tan a menudo injuriados, ayuden a resolver un problema global: cómo localizar minas terrestres, 60 millones de las cuales permanecen enterradas en 69 países. Es habitual emplear perros que, con ayuda de su olfato, las encuentran, “pero yo sabía que las ratas eran más fáciles de entrenar”, dice Weetjens, quien de niño las criaba. Las ratas además son ligeras, por lo que no detonan las minas que encuentran; se mantienen saludables en zonas tropicales, donde hay numerosos explosivos enterrados; y es barato criarlas y reproducirlas. A finales de los noventa, Weetjens eligió a la rata marsupial gigante africana, debido a su muy sensible nariz, para entrenamiento pavloviano: si rascaban la tierra cuando olían TNT, recibían una recompensa.
Más de 30 ratas olfateadoras entrenadas, alias HeroRATS, han comenzado a barrer campos minados en Mozambique, donde ya limpiaron casi 600 000 metros cuadrados. Weetjens también entrena ratas para rastrear tuberculosis en la saliva humana, y está desarrollando nuevas misiones, como encontrar a víctimas de terremotos sepultadas entre los escombros. Vidas salvadas, salud mejorada, minas desactivadas, nada de qué horrorizarse.

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